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VUELVE…

 

En la profundidad de mi alma desquebrajada brota la ponzoña

La podredumbre toma alas y vuela en forma de versos a través de mi garganta

Dejando un sabor a alquitrán en mis labios con el augurio del cáncer de tu abandono

Pero estoy aquí gritándole al papel pidiendo que vuelvas

Con la tinta tiritando por mis venas hasta llegar a mi mano

Porque sin ti soy un desastre incapaz de lamerse las heridas

Heridas que nunca consigo cicatrizar provocadas por tu deserción

Vuelve y arráncame del pecho este puñal repleto de dudas

Porque esta noche poesía te deseo como el alcohólico al ron.

Soledad y Miseria…

Hay noches en las que la soledad se siente sola.
Mientras este cosmonauta navega sobre sueños desdeñados,
Y en el silencio cómplice nos acompaña mi libreta.
Huérfana de versos, buscando retazos de poesía en mis ojos.

Vierto mi miseria sobre dos vasos y brindo con la soledad.
Gracias al silencio puedo escuchar gemir el viento.
A través de mi ventana percibo llorar a la ciudad.
Es entonces que aparece la nostalgia y se viste de verso.

Intercambiamos caóticas miradas tiritando de ganas de volar.
En mi alma el fuego arde tal como Roma carbonizando
Los pedazos de mi vida.
Con el deseo de disparar con un revolver a la tristeza y el
Corazón a punto de estallar.
Dejo salir la podredumbre de mis venas y me lanzo sobre
El papel con el amanecer onírico y suicida.

Vals del Alba…

Tus demonios junto a los míos danzando en un vals interminable

Entre los rayos de luz como dos pequeñas motas de polvo

nuestras almas sincronizadas al son del violinista maldito

Interrumpidas por el gorrión y su presagio del amanecer detestable

Se desangra la noche hasta llegar al suicidio puntual del albor

Los primeras chispas del sol se cuelan entre el cielo y mi ventana

El fuerte tic tac del viejo reloj anuncia tu inevitable partida

Contemplo el claroscuro desde mi cama con nuestros cuerpos trenzados entre sabanas y suspiros

Soy culpable de encontrar la paz en sus caderas en esta guerra de amores sin sentido

Y fecundar sueños en su vientre marchito.

Llévame a la iglesia

El gallo se deshizo de las tinieblas con su canto

La vieja iglesia repica sus campanas incesantes

Me invitan a la eucaristía celebrada en tu cuerpo

A beber de la copa de tus labios catequizantes

A partir el pan en tus caderas y compartir suspiros

Y como buen pecador me arrodillo a rezarle al altar entre tus piernas

La única salvación que busco esta tus gemidos

Y tu blasfema ausencia para mi es una tortura eterna

(i’m back)

Apocalípsis…

​Ha caído el mundo y los hombres sangran su pútrida miseria. 

En tiempos de religiones olvidadas, y dioses sin nombre. 

Danzan las dríadas, celebrando el odio alrededor de un caldero. 

Cantan ángeles caídos, sobre el amor como un tributo a su muerte. 

Y Sobre el cielo rojo; gárgolas contemplan los rituales del demonio. 

Ha caído el mundo, ¡larga vida al mundo! 

A la Salud de los Cobardes…

Cigarrillos encendidos, botellas sin terminar;
Colores difusos y luces distantes en el cielo.
Entre caladas observo zombies pasar,
Y escucho tu nombre como susurro del viento.

Mi trago sabe ron enmarañado con melancolía;
La melancolía de recuerdos de veranos junto a ti.
Brindo a tu salud y sonrío por simple cortesía.

Fumo un cigarrillo tras otro y a cada uno le cuento que espero tu regreso y que te quiero,
probablemente muera de cáncer de tanto fumar mientras te espero.

Aún así comparto cama con caricias que no son las tuyas y que me saben asquerosa ausencia.
Ya sabes que yo no tropiezo con las piedras me estrello contra ellas.

Lo jodido de buscarte en otras es que nunca te encuentro, aunque debes saber que me esmero.
Pero simplemente no hay nadie como tu capaz de convertirme en ruinas y con besos y caricias construirme desde cero.

Llegando Tarde…

​Enamorada por vez primera con treinta y tantos encima ahora carga un corazón destrozado.

Ella anhela un amor que comparta su libertad y que la acompañe en su andar sin que nadie termine lastimado.

Se arranco sus besos, desconciertos y suspiros
lanzandolos al mar en un baúl para que se ahoguen junto con todos sus recuerdos.

Se marcho con una lágrima en su rostro y  fingiendo su sonrisa, se fue sin decidir adiós pero con una lección entre sus manos.

Aprendió que el amor no es morir por alguien, que a veces damos todo hasta quedarnos sin alma y aún así no ser correspondidos.

Que hay silencios mejores que un te amo sin sentido
Con treinta y tantos encima aprendió a vivir.

Una Maleta, Besos y una Partida…

​Esa noche que decidí marcharme de tu vida, empaque tus besos y tus te amo en una pequeña cajita, colocandola junto a mi ropa, cerre la maleta, me coloque mi mejor sonrisa y me fui sin decir adiós, ya sabes que siempre he odiado las despedidas, hay demasiado drama para mi gusto.

Me subí al tren de la vida sin pensar en mi destino, y ahí sentado en el último vagón, lloré en silencio y para mi, sabiendo que probablemente me iba a arrepentir cuando fuera muy tarde.

Desde entonces camino errante; cambiando de amores, como me cambio calzoncillos, coleccionando besos con sabor amargo, sexo vacío, escuchando muchos te amo que se sienten como piedras porque no salen de tus labios.

En ocasiones me gusta abrir esa cajita que guardo con recelo, y me pruebo tus besos, para recordarme lo imbécil que soy algunas veces a la hora de tomar decisiones.
He colgado junto a mi cama, aquel bello atrapasueños que con tanto esmero me hiciste, para alejar las pesadillas que hacen que me despierte gritando tu nombre, pero extrañamente no funciona, me visitan con mayor frecuencia desde entonces.

En fin, he aprendido que las cosas no son como en las películas románticas o como en las novelas, pero ciertamente hay algo mágico en la poesía, y en todos los escritores que te hacen anhelar ese sentimiento llamando amor.

Divagaciones de una Mente Confundida…

​El día que te fuiste me di cuenta que mi vida estaba en pausa, que por alguna extraña razón el viejo reloj en la pared se detuvo exactamente a las 3:15 pm que la noche nunca llego y tampoco hubo amanecer.

A pesar todo aún duermo y cuando despierto te busco a mi lado, pero no estás y salto de la cama buscandote en la sala, la cocina y el resto de la casa pero nunca tengo éxito.

Aún conservo los besos que olvidaste, los guardo en el último libro que leímos juntos justo en la página 93 para continuarlo a tu regreso.

A veces chester pregunta por ti y respondo que fuiste por cigarrillos a la tienda, que volverás pronto pero en el fondo se que te marchaste porque tu ni siquiera fumas.

No sé si estoy loco por esperar tu regreso o por conversar con mi gato.      

Escucho pasos en la calle y mi corazón late a toda velocidad, albergado la esperanza que seas tu a punto de tocar la puerta, pero luego cae la realidad como un valde de agua fría recordandome que si quisieras volver, tu aun conservas tu llave, es cuando chester advierte que quizás nunca hubo cigarrillos y lo se soy consciente que no vas a volver.

Extraño las peleas por bajar y subir la tapa del inodoro, por beber directo del envase incluso extraño verte babear la almohada cuando duermes así de jodido estoy.

Tal vez debí ser más egoísta, tal vez debí retenerte y no dejarte ir pero no era lo correcto, porque la mayoría de historias bonitas se tejen mejor en nuestra mente.

A una Madre…

Nunca podría recriminarte la manera de educarme o de quererme, Porque hacías lo mejor que podías como madre.
Era difícil, casada con un ente que solo sirvió como donante y que cuando planto su semilla se disipo como la niebla.

Pero eran otros tiempos, otras ignorancias donde era mal visto a alguien tan joven, sola con un niño trabajando y llevar pantalones, era una falta ante las religiones es por eso que no mastico ninguna.

Te admire por ir contra todo por mi causa, porque llegaste temprano al ejercicio de ser madre y aún así me criaste.

¿Quién te prepara para tu primer hijo, para convertirte en una buena madre?

Te enfrentaste a desvelos, llantos, enfermedades, travesuras y te arrastre en todos mis problemas y nunca te quejaste.

No fue fácil, dejaste de lado tu felicidad por la mía, pusiste en una pausa eterna tus sueños para apoyarme y trabajar por los míos.

Dispuesta a dejar el bocado para dármelo, a cubrirme por el frío aunque te estés congelando incluso a dar la vida por mí.

No podría nunca terminar de compensarte por todo, por la vida, el amor, los castigos. solo puedo gracias madre mía por darme tanto.